
No he leído otro libro igual. El autor ha escrito un clásico que perdurará en el tiempo, alimentando esa ficción contagiada de tanta realidad, con unos personajes únicos e imposibles de olvidar que viven hechos «maravillosos» mezclados con su gris cotidianidad. La prosa está usada magistralmente y plagada de elementos simbólicos, autobiográficos y metaliterarios. Con el autor paseamos «alucinados» por una Bucarest repleta de la triste realidad mezclada con la más impactante fantasía.
