Esta novela de la escritora Sara Mesa es de las que te hacen «rumiar». Los personajes y lo que les ocurre no desaparecen de tu mente después de la lectura. Permanecen en tu cabeza y les das vueltas y vueltas y percibes que detrás de lo aparentemente sencillo hay muchas capas superpuestas. Se trata de una novela que pone patas arribas la concepción del mundo rural como un lugar idílico y tranquilo. Nada más lejos. Para la protagonista, que desea la sencillez, tranquilidad y sosiego de un pequeño pueblo, se convertirá en un mundo inhóspito e incomprensible en sus pequeñas e insidiosas reglas no escritas. Se enfrentará a personajes y situaciones terribles y absolutamente verosímiles. Uno de los personajes esenciales es un perro, que removerá los mejores y peores instintos de los personajes y tendrá un papel primordial en el desenlace.
He leído otras novelas de esta autora: Mala letra, Cara de pan, Un incendio invisible… Y se ha convertido en una de mis favoritas. Sus personajes ya forman parte sustancial de mi universo literario.
Littera... tuya 