RUIDO
Si te marchas
hazlo con ruido:
rompe las ventanas,
insulta a mis recuerdos,
tira al suelo todos y cada uno
de mis intentos
de alcanzarte,
convierte en grito a los orgasmos,
golpea con rabia el calor
abandonado, la calma fallecida, el amor
que no resiste,
destroza la casa
que no volverá a ser hogar.
Hazlo como quieras
pero hazlo con ruido.
No me dejes a solas con mi silencio.

Esta joven escritora segoviana sabe expresar las fases del amor en sus versos. El poema pertenece al poemario La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida, que es un libro aparentemente fácil de leer y que tiene una puntería sorprendente en las metáforas. Ya consigue llamarnos la atención con ese bello título que es un verso más. Léelo, sin obviar el precioso prólogo de Joan Margarit.