Julián Cañizares

«ME VOY»(«ME FUI»)

El barco alejándose en un buen ejemplo

de lo que supone irse. Nos vamos

y aparece un «me fui» después de un «me voy».

Todo parece calculado, escrito por alguien.

No hay nadie que escriba,

pero hay detalles que nos escriben.

Metido en las cosas que no se tiran, respiro.

Traigo la cuerda que sujeta los martes,

la plaza que tiene una tienda de turrones.

Hablo de que esto es magnífico,

de que esta vida de irse y además pensarlo

es una buena manera de quedarse.

Lo intento ratificar con las otras noticias,

las que explotan y se llenan de mierda.

Y a pesar de todo, creo que esto se va,

o tiende a irse, o al menos el destino

cambia, renueva el espacio donde se produjo.

Puede que alejarse no sea tal cosa,

y sólo sea una palabra relativa llena de barcos.

Puede que ir sea un verbo inventado,

una capacidad de cambiar el pensamiento.

Pues es mejor así.

Ver al barco alejarse y luego decir «me voy»,

y no saber muy bien qué se está yendo:

si la vida de ese espacio o la vida de aquí dentro.

Este poema pertenece al libro Cuarenta ciervos invisibles (2020) de Julián Cañizares Mata (Albacete, 1972). Algunos de sus poemarios más recientes son La lealtadmantenimiento: (un autorretrato) (2015), Navajazo (2017) o Lugar y esquema (2013). El poema explora los conceptos de la vida y la muerte, y dentro de la idea de vida, el movimiento constante del devenir, la conciencia de «irse» que nos hace humanos. Y no sé cómo, consigue darle un matiz positivo… Vi la película Nomadland y recordé este poema.