Amante
Es igual que reír dentro de una campana:
sin el aire, ni oírte, ni saber a qué hueles.
Con gesto vas gastando la noche de tu cuerpo
y yo te transparento: soy tú para la vida.
No se acaban tus ojos; son los otros los ciegos.
No te juntan a mí, nadie sabe que es tuya
esta mortal ausencia que se duerme en mi boca,
cuando clama la voz en desiertos de llanto.
Brotan tiernos laureles en las frentes ajenas,
y el amor se consuela prodigando su alma.
Todo es luz y desmayo donde nacen los hijos,
y la tierra es de flor y en la flor hay un cielo.
Solamente tú y yo (una mujer al fondo
de ese cristal sin brillo que es campana caliente),
vamos considerando que la vida…, la vida
puede ser el amor, cuando el amor embriaga;
es sin duda sufrir, cuando se está dichosa;
es, segura, la luz, porque tenemos ojos.
Pero ¿reír, cantar, estremecernos libres
de desear y ser mucho más que la vida…?
No. Ya lo sé. Todo es algo que supe
y por ello, por ti, permanezco en el Mundo.
De Iluminada tierra

Carmen Conde fue una prosista, dramaturga, poeta, maestra y ensayista del siglo XX. Una de las figuras más destacadas de la Generación del 27, y la primera académica de número de la Real Academia Española. Pronunció su discurso de entrada en el año 1931. Junto a Antonio Oliver Belmás fundó la primera Universidad Popular de Cartagena en el año 1931.
Nacida en Cartagena el 15 de agosto de 1907, cuando tenía seis años se fundó con su familia a Melilla. Estudió Magisterio en la Escuela de Maestras de Murcia, y en abril de 1925 publicó su primer trabajo en un diario de Cartagena.
En 1929 publicó su primer libro de poemas en prosa, Brocal. Su antología ‘Obra Poética’, que comprende desde el año 1929 hasta 1966, engloba más de 20 poemarios centrados en el amor, la sensualidad, el erotismo y la experiencia de dios. A lo largo de su vida Carmen Conde escribió biografía, literatura infantil, relato, novela, ensayo y poesía.