de William Saroyan
Esta preciosa novela clásica norteamericana es tierna y encantadora y cautiva desde el primer capítulo. Aunque no esperes un final totalmente feliz. Los personajes son los habitantes del pequeño pueblo de Ithaca, cuyos jóvenes han sido reclutados para la guerra y solamente quedan los ancianos, mujeres y niños. A través de las pequeñas historias y vicisitudes que sufren los pintorescos personajes asistimos a la vida con toda su desolación, bondades y tragedias, grandes y pequeñas. Todo un alegato a favor del pacifismo, de la convivencia cívica y de la solidaridad. Un libro bello e inocente, entrañable, pero con la dureza intrínseca de la vida cotidiana.

